POR FRATER SHIN TERIOR
El proceso teúrgico-telúrico es una secuencia encadenada, y si se realizan los primeros pasos adecuadamente, sobre todo las invocaciones, el caudal se regulará a si mismo en la dirección apropiada. Lógicamente, los propósitos deben ser previos, aunque en ocasiones, la sabiduría intrínseca del método hace acto de aparición, y tras la invocación particular, el demiurgo sabe mejor que uno mismo los recursos y acciones a llevar a cabo. Este hecho remite a un plan supraconsciente que entra en juego gracias al compromiso y la dedicación del operador. No obstante conviene tener el mapa trazado, aunque después surjan opciones reveladoras sobre el terreno.
Los pasos fundamentales son los siguientes:
1. Purificación y consagración. Es el acto de ambientar y “hacer espacio”. Usualmente se emplean varias fórmulas que delimitan un espacio y un momento sagrado. Supone la creación y/o reconocimiento de una matriz intra y extrasensorial donde el aparato consciente adquiera profundidad suficiente para interactuar cómodamente con la Totalidad.
2. Invocaciones en batería. De lo general a lo particular. Ascenso. Cielo.Las fórmulas de esta naturaleza implican ascender al punto más elevado o al foco más profundo y llamar asimilativamente los principios ideales de la Totalidad. Es común la experienciació n de la No-dualidad , entre el sujeto y el objeto de la llamada.
3. Evocación, manifestación telúrica. La fuerza cielo se monta sobre una fuerza tierra. En la práctica, es una fuerza telúrica que responde inmediatamente al paso anterior. De este binario surgen otras combinaciones múltiples. Es el encadenado de la jerarquía (o usando la terminología de Ken Wilber, holoarquía, donde todo "regula" todo)
4. Vincular el tercer paso con el objetivo o situación natural. El principio y el fin del que la obra sólo es un reflejo. Concentrarse en la secuencia simbólica: número, colores, palabras, ... La disposición interior pasa por una alerta relajada, concentración, sensibilidad, impulsión y acción. Por ejemplo, practicar varias series de Chi-Kung hasta que la corriente transpersonal sea permanente y esté bajo dominio "fluyente".
Montar la escena simbólica.
Purificar el lugar.
Ofrenda colateral.
Consagración a la operación. Anclarse en la disposición y entrega. Momento ascendente. Teúrgico. Concentrar la mente en ideas abstractas: espiral, cruces, estrellas de diversas puntas, escenas compuestas, personajes, psicodramas vividos en primera persona o con una identificació n parcial.
Invocación Suprema. Momento ascendente. Alcanzar un grado de climax teúrgico. Fusión. Unus mundus. Aquí y ahora. El uno y el todo. La multiplicidad mirando al centro y al todo. Momento oceánico. Samadhi. Experiencias místicas. Extracorporeidad. Flotación. Posesión divina. Ekstasis.
Invocación particular. Momento descendente. Teúrgico. Unidad dual. El todo se hace parte. Deidades arquetípicas. Panteones. Extrema energía. Fisiología activada. De lo oceánico a lo volcánico. El todo se concentra en un embudo y se hace parte de un arquetipo, una deidad reconocible y muchas en ocasiones, inescrutable. Manifestación y actuación del demiurgo de las sincronicidades. En este punto, la tendencia es a generar nuevas formas, surgen revelaciones instantáneas, noéticas. Aumento de los poderes taumatúrgicos, subjetivos y objetivos.
Condensación telúrico-etérico: Asunción de la forma particular, montado o montaje de la fuerza. Se unifica con la psique del operador y luego la psique consciente monta la potencia. Arquetipos medio humanos-medio animales. Hombre-pájaro o arcángeles, con o sin rasgos animales. Son comunes las visiones y presencias de animales auxiliares , totems y otras fuerzas naturales que se sincronizan a la acción global (tanto en lo onírico como en lo real): viento, amanecer, lluvia, tornados, fuegos, cascadas. momento intermedio y posteriormente descendente, aterrizaje, vertido.
Guiado de la columna hacia la base física de la operación. Mayor conciencia personal. La identidad yoica regresa a medida que se guía con efectividad la corriente. Disminución de las oleadas de escalofrío electromagnético. La fuerza se extrovierte, emanación, vaciado, Telúrico hasta el final. Posibles fenómenos físicos, variación de la sensación física de peso, variación de las sensaciones térmicas.
Vertido y descarga sobre la base artístico-simbó lica. Captación de la inexorabilidad del hecho. Gozo, bienestar, amplitud. En caso de cargarse un talismán o similar, tras este paso, se dejará reposando con cuatro velas encendidas, y luego se envolverá con una tela roja, blanca o negra (según el propósito general). Tras guardarlo, el teúrgo pasará al paso 8 cuando la atmósfera se haya normalizado.
Lanzamiento. Emisión, enviación, detonación. La base material es lanzada con la mano izquierda. En la ciudad entre esquinas y en el campo hacia un árbol. (También es efectivo encontrar un árbol en la ciudad, con lo que el árbol quedará "encantado" al servicio de la operación). Si es en diferido, como la unión entre un talismán y su objetivo (no necesariamente su portador), envolverlo y emplearlo más adelante. El empleo posterior de dicho talismán será directo. Bastará colocar contundentemente el talismán sobre un nombre y/o un rastro físico, máxime en la magia de guerra. Este acto debe estar lleno de voluntad, similar al arreo de un látigo largo; ejercitando todo el cuerpo y sus niveles de conducta (mental, emocional y motórico, es decir, pensar, sentir y hacer en la misma dirección) al mismo tiempo. O como el hecho de lanzar una piedra desde lo alto de una montaña para provocar un alud.
Limpieza. – puede hacerse en cualquier lugar-. Pasar el objeto (recomendado en obras muy fisicas) por los bordes de la esfera psíquica y posteriormente por el cuerpo. Conducir mentalmente las corrientes hacia el huevo, por ejemplo, o una tela.
Las bases simples a las que aludo son clavos, tachuelas, huevos coloreados, cocos, flores. Tierra de varios lugares. Metales. Talismanes o joyas. Una base compuesta puede ser un cubo de plata y dentro de la misma poner todos los ingredientes que se quieran. El oro y la plata son buenos materiales tanto por lo estético como por lo simbólico. El oro blanco representa la máxima síntesis del simbolismo. También se pude rellenar una maceta o un ánfora y decorarlo artisticamente con los propósito. El interior de la maceta llevará un conjunto de Actos sumados y los restos de ofrendas, como un ánfora funeraria. Sobre el Momento: elegir el tiempo óptimo que afine o simpatice con la meta. Hay dos formas de proceder para realizar esta elección. La simple y la compleja. El método simple consiste en elegir un día y hora con simbología apropiada. El método complejo se realiza sobre una carta natal u horaria.
F.S.T.
aguilera-marco@hotmail.com
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