Reflexiones
Rubén Cedeño
La gente sufre por ignorancia
El día que descubramos que podemos evolucionar sin sufrir, buscaremos la sabiduría por nosotros mismos y encontraremos la solución a las cosas sin necesidad de pasar por problemas. Como no buscamos la solución a las cosas, no evolucionamos de “motu proprio” y la vida misma nos impele a aprender aunque sea a través del sufrimiento. Entonces cuál es el camino más sabio, el del Señor Gautama Buda, que es el de la Iluminación. No es necesario esperar a tener gripe, para protegernos y tomar vitamina C. Existe la medicina preventiva para no tener que estar ingiriendo medicamentos para curarse. Uno debe vivir siempre en lo preventivo. Uno puede estudiar las leyes de la naturaleza, aprender qué se debe comer y qué no, antes de enfermarse.
Cuidar de cómo debes tratar a la pareja que tienes, antes de que le hagas algo dañino y crees karma negativo, establecer cómo conllevar el hogar, el trabajo, las relaciones con los demás seres humanos de la mejor manera, cosa de no crear karma y no pagar los errores con sufrimiento y tener que aprender a través de los latigazos que te dé la vida. Esto es una sugerencia que le doy a la gente, pero para vivir sin sufrir necesitan «observar », abrir los ojos y no estar tan dormidos y también hacer algo muy simple pero bello: empezar a dar Gracias por todo.
Si vemos el Cotopaxi nevado, decir: «qué bello, gracias Padre que estoy viviendo, donde tengo un Cotopaxi precioso». Cuando saques un dólar para pagar algo, bendícelo, no te pongas a pensar “que los gringos nos quisieron invadir a través de la moneda”. Bendice el dólar, el euro, el bolívar y el peso argentino también. Vamos a bendecir todas las monedas que nos vengan a las manos; la ropita que cargamos, que a lo mejor no es de marca, pero no importa. Vamos a ver nuestro pelo, no importa que sea liso o chicharrón, encrespado o canoso. Bendícelo porque nos embellece y si estás calvo pule tu cabeza y lúcela con gusto.
El agradecimiento, es algo que nos evita sufrir.
Somos inconformes de naturaleza.
Hemos heredado la inconformidad de nuestros padres. Ya cuando nacemos oímos siempre la inconformidad, nosotros debemos reeducar las mentes de nuestros niños y empezar a decirles que sean agradecidos. Hasta por la medicina hay que dar gracias y tanto que la gente protesta cuando está enferma y tiene que estar tomando aspirinas. Bendice el bien en la aspirina o el remedio que te mandó el médico y te va a hacer mucho mejor efecto, que si te lo tomas amargamente.
Vamos a transformar nuestra vida a través del agradecimiento.
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