domingo, 21 de diciembre de 2008

AUTOTRANSFORMACIÓN

El conocimiento de nosotros mismos debe de conducirnos a un
mejoramiento constante, si no se produce entonces significa que lo
que estamos aprendiendo no nos está sirviendo completamente.

Nadie puede hacer lo que a nosotros nos corresponde, cada quien es
responsable de su vida, día a día estamos decidiendo nuestro
destino, aún cuando lo hagamos inconsciente e involuntariamente. No
somos seres conscientes ni racionales cien por ciento, es por eso
que no nos percatamos que lo que nos pasa es una consecuencia de
nuestros actos y pensamientos anteriores.

Si queremos lograr una plena transformación necesitamos trabajar con
plena conciencia y dedicación, y sin lugar a dudas podremos alcanzar
las metas que nos hemos propuesto.

Cuando pretendemos realizar un cambio en nuestra naturaleza, muchas
veces nos enfrentamos a una situación confusa, que no hemos
precisado con claridad haciendo que el problema se agudice, lo que
primero debemos hacer es definir solamente un aspecto para comenzar
a transformarlo.

También sucede a menudo que al querer realizar un cambio, tal parece
que se hace más difícil lo que pretendemos, y entonces nos damos por
vencidos y nos conformamos con la situación anterior.

Es importante entender que existen ciertos principios que actúan e
influyen en nuestro comportamiento; una de estas leyes se conoce
como acción-reacción, significa que si empleamos una fuerza para
lograr algo en la vida, nos encontraremos con una reacción contraria
y adversa. Si entendemos este principio y buscamos con inteligencia
la forma de manejarlo en nuestro beneficio, podremos lograr lo que
necesitamos.

El secreto para trabajar lo anterior es el avance gradual, un
ejemplo servirá para aclarar mejor este punto: Si tenemos un vaso
casi lleno de agua mineral con limón, y le ponemos bastante sal, se
produce una reacción tan fuerte que el agua se tira del vaso. ¿Cómo
ponerle la misma cantidad de sal sin producir la reacción tan
fuerte?... Haciéndolo gradualmente, ponemos una poca de sal y
produce una reacción pequeña que no alcanza a verterse el líquido,
cuando ya todo se normalizó, agregamos más sal y así repetimos el
proceso hasta haber puesto toda la sal en el agua mineral sin
derramar una gota.

Pues bien esto mismo es lo que debemos hacer siempre que deseamos
realizar algo importante, es el mismo principio que se utiliza en
cualquier disciplina atlética o deportiva, ir progresando
gradualmente hasta alcanzar el objetivo deseado.


Del libro: EL SENDERO DE LA PAZ Y LA ARMONÍA INTERIOR
www.librosenred.com/ld/roleal/
Autor: Rolando Leal

No hay comentarios:

Publicar un comentario