domingo, 21 de diciembre de 2008

APRENDIENDO A VER SIN MIRAR

Vivimos en un mundo en el que la ilusión de la forma no nos permite ver más allá de determinadas vibraciones. Estamos inmersos en el mundo de la forma. Pero este mundo tiene más niveles de los que actualmente somos conscientes y que debemos conocer antes de poder dejar atrás la forma y ser espíritus libres. Max Heindel y otros buscadores de la verdad nos han dejado un montón deexcelentes libros sobre estos planos o mundos más sutiles.Sabemos que el plano etérico forma parte del físico. Así pues, podemos verlo con el ojo físico. Pero, ¿qué es lo que aparece ante la visión del sincero clarividente, no cuando ya es un 'experto', sino cuando empieza a ver? Y, ¿cómo empieza a ver?Hay una gran confusión para el neófito, que debe de ir redescubriendo y 'aprendiendo a ver'. El autor intentará en este artículo ayudar al nuevo clarividente en su difícil camino en la búsqueda de la verdad.Como nos dice Max Heindel en algunos de sus libros, lo primero que se aparece a la vista del clarividente en el plano etérico, es que, de las manos y de los pies de uno mismo y de las demás personas, salen lentamente una serie de pequeñas figuras geométricas. Pero no terminan aquí las sorpresas: el suelo, las paredes, todo lo que a uno le rodea se vuelve semitransparente y, cuando digo todo, es todo. De buenas a primeras, se ve todo lleno de pequeñas luces, como el que mira una noche de las más estrelladas; hasta alrededor de un metro por debajo del suelo; además, con un poco de práctica podremos ver muchas más cosas, y veremos también que estas figuras geométricas no salen sólo de pies y manos, sino que salen de todo el cuerpo, aunque de los pies y de las manos es de donde 'normalmente' más salen.
Hasta aquí todo es muy parecido a como lo explicó Max Heindel, Pero la literatura actual está llena de libros modernos que pretenden enseñar métodos 'fáciles' para ver el aura y que muchas veces confunden más que ayudan. Estos métodos, hasta cierto punto, pueden ser válidos, sobretodo si buscamos fenomenología y seguridad ante el miedo a la muerte pues, con algunos de estos métodosconseguiremos ver la parte más baja del éter, es decir, una pequeña parte del éter químico, lo cual, seguramente, nos ayudará a creer que hay algo más allá de la muerte. Dado que la parte más densa del etérico está al alcance de la gran mayoría, sólo hace falta fijarse y saber cómo mirar, para ver una leve neblina alrededor de los objetos, plantas, animales y seres humanos. Simplemente, se trata de aprender a usar los conos de los ojos (la parte que usamos cuando casi no hay luz, 'la visión nocturna'). Pero, sólo con estos ejercicios no conseguiremos llegar mucho más allá.El único método no peligroso de desarrollo de la clarividencia, como indicaron Max Heindel, y otros autores contemporáneos suyos, buscadores de la verdad, miembros de la Fraternidad Rosacruz y de otras escuelas o fraternidades honestas, es el método de la concentración o meditación. Este método, junto con una dieta vegetariana, evitando por completo el uso de tabaco, alcohol y drogas, así como un duro trabajo para conseguir mantener nuestros pensamientos cada vez más elevados, son los que, con el tiempo, despertarán en nosotros la visión de los otros niveles. Para que nuestros ojos puedan captar los distintos planos del etérico deben de estar en un cuerpo sano y de elevadas vibraciones. Sólo así irán despertando, poco a poco, en nosotros, los distintos planos. A principios del siglo XXI, la sociedad es tan frenética que casi todos tenemos ansiedad, depresiones y miedos. Este estado de inseguridad es un gran enemigo para la visión de los mundos superiores, y hablo por experiencia. Todas estas sensaciones hacen bajar el nivel de vibración de los átomos de nuestro cuerpo y así perdemos la posibilidad de ver o de sentir nada más allá del mundo físico conocido. Antes de enfrentarnos con nuestro Guardián del Umbral y ser conscientes de losplanos internos, debemos de ser capaces de afrontar en el mundo físico, sin miedos, todas las pruebas a las que cada día estamos sometidos, sin perder la calma ni el control; y a esto nos ayudará, en gran medida, hacer diariamente el ejercicio de la retrospección. El miedo a perder el trabajo, a perder seres queridos, a estar solos, al dolor, a la enfermedad, etc., todos estos miedos y sensaciones no son compatibles con las altas vibraciones necesarias para ser sensitivos a los demás planos y, cuando caemos bajo su hechizo, vemos cómo los planos más sutiles se debilitan y desaparecen, poco a poco, y no vuelven hasta que hayamos dejado atrás esas sensaciones. Necesitamos poder ser capaces de dejar de pensar en nosotros y sólo nos debe preocupar el ayudar a los demás, y los demás son todos los seres con los que tenemos relación, y también los que no, ya que sabemos que, indirectamente, nuestros buenos pensamientos afectarán a todo el cosmos. Si conseguimos meditar seriamente y mantener un cuerpo sano; si mantenemos en nuestra mente pensamientos elevados y hacemos esto el tiempo suficiente, ya sea por una o más vidas, y lo deseamos de verdad con todas nuestras fuerzas y si, realmente, no estamos buscando por este camino la seguridad de la existencia eterna y el poder 'ver' para tener el convencimiento de que hay algo más y poder así satisfacer la curiosidad o convertirlo en un poder para tener ventajas sobre los demás, entonces seguro que, si somos nobles y no buscamos nada para nosotros, algún día, nuestra percepción empezará a cambiar y otras realidades se abrirán ante nosotros. Otro punto controvertido es la visión de los vórtices energéticos o chakras.
En el 'Concepto Rosacruz del Cosmos' hay unas láminas donde están dibujados los vórtices del cuerpo de deseos y aquí tenemos una gran sorpresa: cuando empezamos a ver levemente los chakras del cuerpo etérico, algunos de ellos no están en el mismo lugar que en el cuerpo de deseos, así que, si nos limitamos a la bibliografía de Max Heindel, creeremos que las concentraciones de energía que empezamos aver, no sin dificultad, no corresponden a los vórtices. Pero, si buscamos, hay buenos libros de otras escuelas que hablan del cuerpo vital (o doble etérico) y, entonces si que, seguramente con ilusión, descubriremos que estamos empezando a ver los vórtices del cuerpo etérico. 'Los Chakras', de C.W Leadbeater, es un buen libro del que podemos obtener mucha información sobre lo que estamos empezando a ver. Seguramente en este nivel veremos los nombrados glóbulos de vitalidad, que nos ofrecerán un maravilloso espectáculo. Si hemos llegado hasta aquí, debemos ver cómo la energía vital entra en los vegetales, (se ve muy bien y muy claro en los árboles) para pasar a formar parte de las corrientes que se corresponden con los canales por donde circula la savia en esos seres. Lo mismo podremos observar en animales y seres humanos. Quienes hayan visto el espectáculo estarán de acuerdo con el autor en que uno se puede quedar largo rato mirando esta maravilla de la naturaleza. Sin embargo, a este nivel, ya podemos ver a simple vista cuándo un ser humano está enfermo. El autor ha observado pacientes suyos con cáncer y ha visto claramente que una gran cantidad de energía está en la zona afectada, luchando para vencer a aquél, que aparece como una mucosidad verdosa en el interior del cuerpo de la persona afectada. Si el afectado no es capaz de vencer la enfermedad y ésta acaba haciendo inhabitable el cuerpo físico, este ser, al abandonar su cuerpo físico, queda flotando encima de él, como es normal en la mayoría de los casos; pero, según las observaciones realizadas, está inconsciente dentro de una 'nube,' sin saber bien qué le ha pasado.Otras observaciones de personas que recientemente han fallecido normalmente muestran, como describe Max Heindel, a la persona flotando por encima del cuerpo físico o sentadas en un banco de la iglesia viendo su entierro, si ya han tenido tiempo de pasar la información a su cuerpo de deseos. Pero, las personas de muy avanzada edad y que, además, han pasado por una enfermedad llamada 'Alzeimer,' no están flotando por encima del cuerpo ni el autor ha conseguido verlas por los alrededores, así que seguramente con esta enfermedad la información ha sido copiada ya, antes de la muerte, en el cuerpo de deseos, y el espíritu ha pasado a niveles más elevados de vibración de los que alcanza a ver el autor. No me extenderé más sobre este tema, pues aún no he podido investigar suficientemente, y las conclusiones actuales pueden ser erróneas Si me es posible, este tema será motivo de otro artículo, una vez que haya podido investigar más sobre el mismo. Otra cosa que puede atraer la atención del clarividente, y casi casi me atrevería a afirmar que de cualquiera que se fije un poco, es cómo, en un día de sol, de repente se ve cómo el cielo se llena de unas formas o seres brillantes de forma alargada, que pueden ser bastante largas; y, poco a poco, se va formando una tormenta y, luego, se puede ver cómo, antes de que desaparezcan las nubes, desaparecen estos seres que las han formado. No siempre que estos seres intentan formar una tormenta lo consiguen pues, si no son suficientes, no consiguen atraer suficiente materia física para la formación de las nubes.Lo expresado en este artículo es fruto de los estudios del autor y del nivel de percepción actual del mismo. Éste ha visto cómo las percepciones hechas hace unos años se han ido detallando y mejorando poco a poco y, dado que no ha hecho más que empezar a dar un paso de un largo camino y, como ser humano que es, puede estar equivocado (del mismo modo que hace siglos pensábamos que la Tierra era plana y era el centro del universo y ahora sabemos que no es así.), sus impresiones pueden no ser del todo correctas, o sea, que nada de lo aquí escrito debe ser tomado como una realidad irrefutable. De todas formas, una posible mala apreciación no cambia en nada la realidad así que cada cual debe de experimentar por si mismo y corregir los posibles errores cometidos por los demás compañeros de camino. Sólo de esta forma avanzan la ciencia y el conocimiento. Podría decir - y de aquí el título de este artículo - que, de lo que debe tener cuidado el que realmente desee 'ver' es de que, al mirar al objeto planta, animal o persona, la luz que éstos reflejan del sol o de la luz física que los ilumine, hará más difícil ver la parte energética. Así pues, debemos aprender, y no es nada fácil, a ver sin mirar, o ver a través de lo ilusorio de lo físico.

Marc Miralles

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