sábado, 19 de junio de 2010

LOS ANIMALES, NUESTROS HERMANOS MENORES...(II)

LOS ANIMALES, NUESTROS HERMANOS MENORES...(II)




Francisco Nieto



Las Almas y Espíritus-grupo actúan con los animales de igual forma que lo hace nuestro

verdadero Yo o Ego respecto a los cuerpos que utiliza para manifestarse como una

personalidad, es decir Él les procura o forma sus cuerpos (con la ayuda de los Ángeles y

otros colaboradores) para luego conectar esa vida a ellos y así evolucionar gracias

a su expresión en el mundo físico y en las circunstancias que les rodeen. De esta manera

y al igual que nuestro verdadero Yo y sus cuerpos de expresión (nosotros como personas)

el Espíritu grupo evoluciona a la vez que lo hace esa vida que cada vez se hace más

independiente. Es el Espíritu grupo quien, en cada cuerpo que renace esa vida, es

responsable de su desarrollo y de procurarle los medios más convenientes para su

adaptabilidad y progreso. También podemos asegurar que cada vida animal es una

conciencia dentro del Alma-grupal, y por eso y en cierto modo, sienten el dolor que

se les causa a los animales. Esta es la razón por la que todos los miembros de una

misma especie se comportan de igual manera, es el Espíritu-grupo quien les guía.

Es el Espíritu-grupo quien les conduce mediante una especie de sugestión

para que obtenga el mayor provecho posible de las circunstancias.



El Espíritu-Grupo es el que hace que cada especie tenga determinado cuerpo, garras,

pelo, uñas y todo lo demás; que se adapten a los climas, ambientes y circunstancias; los

que guían para que construyan (hormigueros, conchas, nidos, etc.); los que hacen

que vean o perciban el mundo físico desde su conciencia interna; los que hacen

que se independicen y que tengan cada vez más conciencia propia gracias a la cada

vez más diversidad de razas dentro de una misma especie; los que evolucionan ellos

mismos gracias a las especies que guían cambiado su forma y conciencia como lo

hacemos nosotros desde que nacemos hasta que morimos; es el Espíritu-Grupo quien

advierte o hace presentir del peligro a un animal, y así sucesivamente hasta que el

hombre tome conciencia de todo este conocimiento oculto y ayude al Espíritu-Grupo

a acelerar el proceso de individualizació n de los animales.



Se dice que nosotros hemos obtenido la conciencia del mundo físico (de vigilia) gracias a un

proceso similar con los otros cuerpos y en los mundos superiores y a la ayuda de las Jerarquías,

y todo para adaptarnos a este mundo (como el ojo se adapta a la luz o a la oscuridad) y

aprender a construir nuestros cuerpos para desarrollar una conciencia superior. Eso es

exactamente lo que ocurre con los animales guiados por el Espíritu-Grupo con la diferencia

de que nosotros hemos obtenido la autoconciencia y ellos están compenetrados por la

conciencia de un Espíritu o Arcángel que es quien dirige su evolución. Por eso nosotros

vemos las cosas directamente “desde dentro” y los animales lo perciben a través del

Espíritu–Grupo (sin entrar dentro del cuerpo) como una conciencia pictórica similar a las

imágenes de nuestros sueños; así, si el animal percibe algo que le causa miedo, el Espíritu

hace que se proteja o defienda. La conciencia independiente del hombre permite cada vez

menos influencias sugestivas, mientras que los animales son sugestionados constantemente

por el Espíritu-grupo. Hasta que el animal no obtenga el germen de la mente y lo desarrolle

hasta el punto de discernir no será igual que nosotros y eso será cuando el hombre sea

superhumano, y los Ángeles sean Arcángeles y los vegetales animales. Llegará el día

en que, como dice la Biblia, el león pastará con el cordero y el niño jugará con las

serpientes, pero para eso debemos comenzar por dejar de maltratar a los animales,

ayudarles de todas las formas posibles a nuestro alcance y, progresivamente,

dejar de comer carne animal para evitar las matanzas que impiden su evolución.



El concepto de que los animales tienen Alma que en algunos países aún mantienen les

diferencia enormemente de los que creen que no la tienen, y es que, la razón principal de

esto, radica en que esos países aún mantienen la sabiduría antigua que hace que el ser

humano sienta compasión por nuestros hermanos menores. Por ejemplo, la gran mayoría

de los supervivientes atlantes fueron dirigidos hacia oriente donde, países como la India,

todavía conservan muchas enseñanzas antiguas. Por el contrario, las razas y subrazas

que han progresado más gracias a la investigación, manejo y transformació n del mundo

material, se olvidaron hace mucho de esa sabiduría antigua; así es que, es a partir de la edad

media, cuando más poder tiene el cristianismo católico, cuando occidente se olvida

totalmente de que el animal tiene esa especie de Alma y comienza a

tratarle como a una especie de ser autómata.



Algunos filósofos griegos no llegaron a afirmar que el animal tenga un Alma como la nuestra

pero sí les consideraban animados por una especie de espíritu que les hace evolucionar.

Pero el mismo materialismo que puso a occidente en la cabeza de la investigación y

desarrollo del mundo físico, también hizo que olvidara una sabiduría antigua que

hubiera sido un complemento ideal para su desarrollo espiritual. Así tenemos que

oriente mantiene al reino animal como algo espiritual creado por Dios, mientras que

en occidente se les considera un grado inferior al nuestro creyendo que eso nos da

derecho a hacer lo que queramos con ellos. Esa es la gran diferencia de conservar

o no dicha sabiduría y occidente ya olvidó esa enseñanza hace mucho tiempo,

sin embargo, hay que reconocer que ya están manifestándose las primeras voces en

defensa de los animales como fruto de su evolución espiritual y aun sin

ser conscientes de esa sabiduría antigua.



Pero ¿Cuál es el motivo principal por el que occidente ha llegado a tal materialismo que

haya actuado así respecto a los animales? Pues ni más ni menos que el materialismo

que hace que nos fijemos en lo externo y no en lo interno. Es cierto que un animal de

una especie es igual (en la forma) a otro de la misma especie pero, como todo en el

universo y en nuestro planeta, hay una evolución que termina llevando a esa vida a

ser algo más que un autómata, o sea a ser hombre. Dentro de una misma especie de

perros hay perros más evolucionados (buenos, obedientes, inteligentes…) que otros y

eso, como en el ser humano, no es fruto de que Dios diga: “A éste le voy a dar una vida

plenamente dichosa mientras que a otro le haré un desgraciado toda su vida.” No estoy

diciendo que los animales tengan una vida basada en el karma de sus anteriores vidas

pero sí que los espíritus que guían a los animales lo hacen de manera que aprendan

todo lo que puedan en cada vida para que, en algún momento de su evolución futura

como vida, pueda obtener una autoconciencia y convertirse en un “Yo”, en un ser

humano. Y es que la evolución, como los niños en guarderías, colegios, institutos y

universidades, lleva a las vidas evolucionantes que habitan los reinos inferiores a

desarrollarse a través de las formas y como conciencias.



Si nos fijáramos en el aspecto interno de los animales veríamos que lo que algunos

llaman automatismo no es otra cosa que cierta sabiduría interna. Nosotros tenemos que

esforzarnos por aprender a ser constructores con la materia física mientras que ellos

parece que ya traen la lección aprendida, y si no, ¿dónde y cómo aprende la abeja, el

castor, la hormiga, etc., a hacer todo lo que saben hacer? El hombre es capaz de

construir máquinas que trabajan con gran precisión porque es un Alma individual

pensante que lleva evolucionando como tal millones de años, pero algunos animales

son muy precisos y aparentemente inteligentes en sus trabajos desde que nacen sin

ser aún un alma independiente ¿cuál es la diferencia? El hombre también pasó

por una etapa similar a la de los animales antes de reconocerse a sí mismo como un

Yo independiente (antes de, como señor, introducirse dentro de su cuerpo físico)

también hacía cosas precisas como un autómata y también aprendía del mundo

externo y de las experiencias pero no fue consciente de ello hasta que llegó a tal

grado de desarrollo (como vida evolucionante a través de diferentes cuerpos) de

“conciencia” que, los seres que le habían guiado y otros superiores, le facilitaron

el germen de la mente y se auto reconocieron como una conciencia individual.



Las fuerzas internas o “sabiduría” que decimos que tienen los animales también las

tuvo el hombre, pero en vez de utilizarlas como ahora las puede utilizar una abeja

para construir su colmena, el hombre las utilizó para autoconstruirse internamente,

es decir, para hacer los trabajos necesarios que le permitieran andar erguido, hablar

y pensar; y todo esto sin dejar de ser una vida evolucionante guiada por otros Espíritus

(jerarquías: Ángeles, Arcángeles…) como lo

son los animales ahora. Así podemos comprender que nosotros hemos aprendido y

seguimos aprendiendo por propio esfuerzo individual pero conservando la sabiduría

internamente vida tras vida, mientras que los animales están aprendiendo a identificase

y a experimentar en el mundo físico para compenetrarse con la forma y desarrollar una

conciencia que en el futuro les hará humanos como nosotros.











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