Francisco Nieto
El Ego es algo así como el representante del verdadero Espíritu o Chispa Divina diferenciada
EN y POR Dios; es el Alma como resultado de las experiencias de la Vida Divina en los mundos
inferiores; es el que recoge la quintaesencia de cada vida o renacimiento gracias a lo cual el
hombre tomará conciencia de Él a la vez que Él (el Ego) se identifica cada vez más con el Espíritu.
Por tanto, es un ser divino en su esencia pero pendiente del desarrollo necesario que le haga tan
puro y perfecto como para identificarse con Dios. Su desarrollo depende de las experiencias que
obtenga en sus cuerpos físicos y superiores a través de los mundos donde experimenta y
desarrolla sus poderes latentes pero, normalmente, se le identifica como pensamiento individual
o como el pensador. Sin embargo, su situación está por encima de la mente concreta con la que
razonamos, el Ego está en las regiones superiores o abstractas del Mundo del Pensamiento y por
eso, el hombre, la personalidad razonadora, anhela la unión con algo superior que, además de
con nuestro Padre, también lo es con nuestro Ego. Según se desarrollan los poderes del Espíritu
más se vive la vida interna y más se anhela la verdadera unión espiritual, de ahí la oración y
la aspiración del hombre que ya ha tenido algún vislumbre de lo que es la vida superior.
La unión con Dios en cada uno de nosotros (con nuestro Ego o Yo superior) es similar
a la unión que debe conseguir el Ego respecto al Espíritu, pero nada de
eso se conseguirá sin el esfuerzo, sacrificio y buena voluntad por parte nuestra.
Lo que nosotros creemos que somos como verdaderos Egos es una pequeñísima parte
de lo que en realidad es el Ego en su propio plano, lo que ocurre es que aún no hemos desarrollado
su conciencia en nosotros. Por eso no deberíamos pensar en elevarnos hacia Él sino de abrirnos
a su influencia puesto que somos Él. Deberíamos actuar como Egos sabiendo que, cuando
tengamos plena conciencia de él, será como haber desarrollado el Cristo en nosotros; deberíamos
actuar como que nuestra vida es su vida y como que, lo que entendemos por conciencia, es su
conciencia y voluntad. La meditación, la oración, la contemplación y la adoración entre otros
ejercicios hacen que la conciencia del Ego se manifieste en el cerebro. Es una tarea muy larga,
de varias vidas, pero progresivamente, se va percibiendo su influencia porque con dichos
ejercicios se va abriendo cada vez más el canal de comunicación y transferencia.
El hombre basa sus acciones en su experiencia y en sus pensamientos, por eso se identifica
plenamente con su forma de pensar y con sus deseos, sentimientos y emociones después
de morir su cuerpo. Sin embargo, cuando alcanza las regiones superiores del Mundo
del Pensamiento, ya no es ese hombre o personalidad sino la reencarnación del
Ego, el cual, en los más atrasados, no comprende aún el sentido de la evolución ni de su ser.
En sentido general, se dice que la voluntad representa al Ego porque es una cualidad suya, es
la energía que el Ego (como pensador) manifiesta hacia el exterior o mundo físico creyendo, a
veces, el hombre que es él mismo. Esta voluntad está determinada o condicionada por
la razón, por las experiencias pasadas, por conclusiones, etc., pero no hay que confundirla
con los deseos, los que están condicionados desde fuera y dependen de los cuerpos
inferiores. El deseo, es la energía del Ego (también como pensador) dirigida hacia
afuera pero condicionado por los objetos, por eso, cuanto más atrás en la evolución
de la humanidad, el deseo dominaba a la razón y el Ego apenas podía manifestarse.
Actualmente hay una lucha en los que comenzamos a ver el verdadero sentido de
la vida y deseamos terminar cuanto antes con los renacimientos; en el futuro el Ego
impondrá su voluntad sobre el cuerpo de deseos y solo “desearáâ€� lo que sabe
que necesita para acelerar la unión con el Espíritu.
Para que algo exista ha debido ser creado y debe tener un origen, así, todo lo creado por el
hombre ha tenido su origen en su mente; el verdadero Yo, el Ego, crea la idea que se
manifiesta como una forma de pensamiento, la cual formamos después con materia física. Pero,
en realidad, el Ego, como resultado de la evolución de la vida a través de la forma, no es
normalmente un creador en el sentido que comúnmente entendemos. El creador de los Mundos
donde evolucionamos (Dios) también tiene Su Mente y es de esta Mente de donde
surge el Mundo del Pensamiento, de donde, en realidad, nuestro Ego capta las ideas o
arquetipos existentes en las regiones superiores. Todo el Plan de Dios se encuentra en
esos arquetipos creados por las Jerarquías superiores que colaboran con Él (los
Siete Espíritus ante el Trono) por tanto, todo el desarrollo pasado y futuro de la humanidad
y todas sus creaciones tienen su origen en la mente Creadora de Dios. Por consiguiente,
aunque el Ego envíe un sinfín de vibraciones mentales desde estas regiones arquetípicas o
abstractas del Mundo del Pensamiento, el cerebro solo puede o suele reproducir una pequeña
cantidad para luego darles forma con la mente concreta y crear las formas físicas. Por
lo general, solo los cerebros muy activos y receptivos suelen captar mayor número de
“ideasâ€� dando así muestras de poder mental y genialidad. Así es que, las facultades mentales
de cada persona representan el grado de sensibilidad que tiene su cerebro respecto
a las vibraciones mentales que su Ego envía. Podríamos decir que las palabras
representan los símbolos de las imágenes mentales que forma el cerebro bajo
la acción de la mente concreta, sin embargo, la mente abstracta, es decir, lo que
expresa el Ego desde las regiones superiores del Mundo del Pensamiento,
pertenece a la razón pura, y eso no se puede expresar con palabras.
LO QUE HACEMOS EN EL MUNDO ABSTRACTO DESPUÉS DE MUERTO:
Al igual que abandonamos el cuerpo de deseos después de haber extraído el beneficio o
quintaesencia de los resultados de nuestra manera de sentir, de nuestras emociones, deseos, etc.,
cuando vamos a pasar a las regiones superiores del Mundo del Pensamiento, también
abandonamos el cuerpo mental. Una vez asimilada la esencia de las experiencias de la
vida física y de deseos ahora toca llevarse también el resumen de lo que expresamos por
medio de la mente. Y es en estas regiones abstractas del Mundo del Pensamiento donde,
junto a los átomos simiente de los diferentes cuerpos y con la “menteâ€� del Ego, permanece éste
en estado latente hasta que llegue la hora de renacer de nuevo. Esta esencia de la vida
anterior queda guardada en el cuerpo causal, (el cuerpo que utiliza el Ego en esas
regiones) para que pueda, o mejor dicho, intente el Ego expresar en la personalidad
los grados de desarrollo que ha adquirido. Es entonces cuando los humanos
más o menos desarrollados perciben cierta influencia de la conciencia del Ego.
Como podemos ver, el único ser que existe después de cada vida es el Ego, el pensador que
en cada renacimiento crea una nueva personalidad como un árbol en cada primavera hace
brotar hojas nuevas. Así el hombre es, en cada vida, un nuevo actor que renace con cierta
comunicación con la esencia de las vidas pasadas guardadas en la “memoriaâ€� del Ego,
lo que se convierte en la conciencia del yo terrenal que en infinidad de ocasiones no
escucha a su Yo superior y actúa en contra de su voluntad. El error por parte del hombre
en cada renacimiento es identificarse con la personalidad (cuerpo físico, cuerpo de deseos
y mente) y cuando esta personalidad en fuerte y tiene sus gustos, hábitos, deseos materiales,
etc., el hombre actúa como tal y no como la herramienta del verdadero Yo superior. De
ahí que el hombre prefiera buscar una vida llena de lujos, de disfrute de los placeres o,
aunque sea, de goce de los bienes materiales antes que la humildad, la fraternidad y
que todas las virtudes que el Ego desea desarrollar.
No se suele comprender ni siquiera entre los aspirantes de ocultismo,
que lo que el Ego trata de conseguir a través de la personalidad es desarrollar sus poderes
latentes, lo que, a su vez, permite que, éste, manifieste una personalidad y una vida cada
vez más elevada y placentera. Por el contrario, algunos, no solo comprenden esto sino
que, además, intentan cumplir los “deseosâ€� de su Yo superior porque saben que están
acelerando su desarrollo espiritual y sentando las bases de la futura vida. Evidentemente,
esto lleva consigo una actitud altruista, amorosa y fraternal respecto al prójimo a la vez que
el individuo se olvida de sí mismo. Que nadie piense que el Ego es malo porque el mal no le puede
afectar, puesto que, como sabemos, no pasa de las regiones inferiores del Mundo del Deseo o
Purgatorio. Es cierto que esas regiones se reflejan en las inferiores del Mundo del Pensamiento
en sentido mental pero, aún así, no alcanzan al Ego que está por encima de esas regiones. A la
inversa, como todo lo positivo que hay en las regiones superiores del Mundo del Deseo
(Primer Cielo) se refleja en las superiores del Mundo del Pensamiento, lo único que le
afecta de cada personalidad es lo bueno. Cuando en una vida se han desarrollado de
una forma clara y definida una serie de cualidades, el Ego intentará manifestarlas en
la próxima personalidad. En sentido contrario, cuando hay varios renacimientos
donde no se ha progresado casi nada se produce
cierta incapacidad por parte de la personalidad para percibir lo que proceda
del Yo superior. Esto significa que cuando el Ego ha adquirido cierta cualidad, podrá
influenciar o llamar la atención del hombre para que no caiga en el vicio o maldad
contraria, mientras que si el hombre puede caer en un vicio y nunca ha
desarrollado la virtud con la que debe vencerle, lo más fácil es que caiga en él.
EL MUNDO DEL PENSAMIENTO. Como su nombre indica, es el mundo de la inteligencia y
de la mente, el cual está representado en nosotros como “razónâ€�. Pero, como es obvio, el hombre no
puede percibir todas las vibraciones de este mundo puesto que está limitado por el cerebro.
El cerebro responde simpáticamente al Mundo del Pensamiento pero no puede responder nada
más que a determinadas vibraciones por la densidad de la materia y según el karma que
lo conforme. Así es que, el Yo superior puede intentar comunicar al cerebro determinados
hechos pero el cerebro no puede percibir nada más que una pequeña parte de esas ideas y
pensamientos. De ahí que haya cerebros de diversos grados de
capacidad de respuesta como son el genio, el intelectual, el poco desarrollado
o el idiota o totalmente inculto.
Este mundo está compuesto de siete subdivisiones como todos los demás, a su vez, se
divide en dos grandes regiones, llamándose la superior “abstractaâ€� y la inferior “concretaâ€�.
Aquí trabaja el Ego respondiendo a las impresiones del mundo físico sobre el cerebro y
creando ideas que se convierten en pensamientos forma cuando se rodean de materia mental
de las regiones inferiores o concretas. De hecho, podríamos considerar a la palabra como
la manera de representar o expresar lo que para nosotros serían los símbolos o arquetipos
del Mundo del Pensamiento. Digamos, como otra forma de expresarlo, que Dios tiene ideas
o crea arquetipos mentales (en las regiones superiores o abstractas) para el ser humano
y para el planeta tierra y les da forma con materia mental inferior para que tomen forma
en las regiones etéricas y físicas de nuestro mundo. De igual manera, una persona tiene
una idea, (percibe en su cerebro un arquetipo del Mundo del Pensamiento) le da forma
creando un pensamiento imagen, y cuando tiene claro el esquema de lo que desea lo
crea materialmente y decimos que lo ha inventado. Esto es lo que ocurre cuando
después de la muerte llegamos a esas regiones, el hecho de pensar es crear mentalmente,
por eso se dice que allí el propósito y el hecho es lo mismo. Pero, como es natural, la
humanidad está aún muy limitada en su acción creadora en ese mundo y lo que hacemos
allí después de la muerte es gracias a la ayuda y dirección de las varias jerarquías que
allí habitan y trabajan para ayudarnos. Aquí, al estar rodeados de nuestra propia aura
mental, todo lo que nos llega se tiñe de la naturaleza que sea, transformando
así muchas veces pensamientos forma que nos serían muy útiles.
Cuando decimos que una persona está más desarrollada nos referimos al hecho de que
está más capacitada para recibir y responder a las impresiones que proceden de ese
mundo y de los seres que vibran en ese nivel. Recordemos que nosotros estamos
rodeados y compenetrados por los mundos, por tanto, lo único que nos separa de
esas regiones mentales es que nuestra vibración mental no alcanza esos niveles,
lo que hace que no podamos percibir esos pensamientos forma e ideas elevadas. Según
nos esforcemos y desarrollemos nuestra mente y espíritu seremos capaces de
identificarnos con esas regiones y atraer materia de las mismas hacia nuestro
cuerpo mental. Cuando llegue ese momento, el Yo superior, el pensador, será capaz
de ser consciente de lo que hay allí y ver incluso sus vidas pasadas así como
algunos planes de futuro para la humanidad. Nuestro cuerpo mental está
constituido por la materia mental de las cuatro regiones inferiores del Mundo
del Pensamiento pero solo tendrá la materia que le corresponda según la vibración
o nota-clave del átomo simiente mental, la cual es el resultado de sus anteriores
vidas y del karma previsto para la presente. Digamos que el hombre no podrá
manejar nada más que la materia mental que le corresponda
según su esfuerzo y si su karma se lo permite.
FORMACIÓN DE UNA NUEVA MENTE: Como ya sabemos,
cuando el Ego ha abandonado todos
sus cuerpos y se encuentra en las regiones superiores del Mundo del
Pensamiento, en lo que
llamamos cuerpo causal, tiene consigo, en estado latente, los átomos
simiente de los cuerpos
que ha utilizado. El Ego evoluciona gracias a estos átomos permanentes puesto que es
de ellos de donde extrae la síntesis o quintaesencia de lo que ha hecho y sido en cada vida, por
eso, cuando llega el momento, el Ego dirige su atención en busca de nuevas experiencias. Este
sería el momento en que el átomo mental despierta, o mejor dicho, una vibración del Ego pone en
actividad el átomo mental para que sea el primer receptáculo del hilo de vida que procede del
Mundo del Espíritu de Vida (lo que los teósofos llaman Buddhi) Cuando el Ego trata de expresarse
en la Región Concreta del Mundo del Pensamiento, el átomo actúa como un imán y, en colaboración
con los Señores de la mente y otros seres, el Ego vela su conciencia con la materia que atrae
para formar su futura mente o cuerpo mental. El poder de vibración de la materia que atraiga
estará en sintonía con el desarrollo del Ego para que pueda expresar sus cualidades mentales
latentes. Esta materia mental procedente de las regiones inferiores se condensa en forma
de nube alrededor del átomo simiente como material con el que se construirá, después de
nacer y hasta aproximadamente los 21 años, la nueva mente. Por supuesto que dichas
cualidades mentales no se ponen en actividad hasta que, a partir del
nacimiento, se van manifestando progresivamente de acuerdo al medio ambiente y a
las actividades que la persona haga.
En la quintaesencia de las experiencias que el Ego se lleva en cada átomo simiente no hay
imágenes ni nada que sea grosero sino los efectos de esas imágenes o experiencias sobre
las facultades. De esta forma la materia que el Ego atrae es de la misma vibración que la
que tenía en su último cuerpo mental, por eso se dice que el hombre reanuda su vida en
el mismo punto donde la dejó aunque con otro destino y más posibilidades. Esto mismo
ocurre respecto al cuerpo de deseos, por tanto, los cuerpos que el Ego construye en
cada vida son el resultado directo de su pasado, como ocurre respecto a su destino.
MECANISMO DE LA MENTE. Podríamos decir que el cuerpo mental está conformado de forma
similar al cuerpo de deseos después de la muerte, es decir, la materia más grosera en
el exterior y la más sutil y refinada en el interior. Por tanto, la materia relacionada con las
regiones inferiores del Mundo del Pensamiento forman realmente la mente, la razón,
el discernimiento, el juicio, etc. Su expresión es concreta porque razona y discierne en su
expresión para que estas vibraciones lleguen al cerebro etérico-físico a través del cuerpo
de deseos y para que el hombre se exprese gracias a su acción final sobre el sistema
nervioso, muscular, palabra hablada, etc. Lo mismo que un pensamiento- forma se
transforma o debilita en su manifestación física, asimismo, las respuestas del cerebro
físico también son lentas en estado consciente porque suele estar muy influenciado
por los sentidos, el mundo que le rodea y los hábitos e instintos. Cuando el hombre
se dé cuenta del poder que tiene y que puede expresar por medio de la mente, podrá
gobernar sus cuerpos, crear su propio destino, utilizar la memoria del pasado
para planificar su futuro, y desarrollar la genialidad
gracias al acercamiento de su propio Yo superior.
LOS PENSAMIENTOS Y EL CUERPO MENTAL. Sabemos, y así lo afirman los científicos,
que el hombre no utiliza nada más que aun mínimo porcentaje de su poder mental, lo que
concuerda con la filosofía oculta cuando dice que el hombre ha estado dominado por sus
cuerpo de deseos hasta hace unos millones de años y que desde hace ese tiempo para
acá está comenzando a desarrollar y utilizar su mente voluntariamente. Cuando la voluntad
controla la mente y la utiliza para gobernar el cuerpo de deseos, se demuestra que el
pensamiento es muy poderoso y que la mente es la base del desarrollo del hombre. Claro
que esto dependerá de la clase de materia que componga la mente puesto que puede ser
de alguno de los diferentes planos del Mundo del Pensamiento. La materia del cuerpo
mental o mente se puede transformar hacia lo elevado y positivo mientras se rechaza
y se elimina lo negativo; esto es, si creamos pensamientos concentrados y voluntariamente
fuertes estimularemos y atraeremos materia mental de los planos superiores. Si repetimos
la operación crearemos un buen hábito y esa parte de la mente atraerá las vibraciones de
su alrededor que estén en sintonía. Además, Primero: Según sea el tema que se piensa
así afectará al cuerpo de deseos haciendo que se forme un sentimiento, deseo o emoción;
y Segundo: Si es abstracto y elevado como, por ejemplo, el amor espiritual, estimulará
las regiones superiores del mundo del Pensamiento más aún. Pero también, y esto es
importante, el sentimiento y las emociones hacen que la mente responda instintivamente
o como hábito, lo que, cuando es negativa, puede perjudicar porque la mente
responderá creando pensamientos negativos; de ahí la
necesidad de controlar la mente con la voluntad.
Cuando el hombre controla la mente y crea pensamientos de amor, fraternidad,
altruismo, humildad, etc., forma ese determinado carácter y la persona se muestra
tal y como piensa porque esos pensamientos estimulan sentimientos en el cuerpo
de deseos cuya materia pertenece a los planos superiores del Mundo de Deseos.
Como esto tiende a reproducirse automáticamente cuanto más se repitan dichos
pensamientos, lo que hacemos es desarrollar nuestro Yo superior gracias al uso
positivo de los cuerpos. Si afinamos un violín o un diapasón en el mismo tono de otro
diapasón, cuando éste suene, hará sonar al violín o al otro diapasón por medio
de sus vibraciones trasportadas por el aire; eso mismo ocurre con los pensamientos del hombre.
El hombre va dejando huella de su personalidad gracias a su pensamiento, el cual
afectará a otras mentes que estén en sintonía con él. El que reza en una iglesia
deja sus pensamientos y sentimientos en ella, los que estimularán a otra persona
que también vaya con la intención de rezar creando así una atmósfera de material
mental que, a su vez, actuará como un espíritu sobre cualquier fervoroso orador.
Pero (por ejemplo) la persona que entra en esa iglesia y no ha hecho vibrar su mente
en ese sentido de devoción y amor cristiano no le afectará esa atmósfera. Una
persona que piensa negativa y repetidamente sobre un determinado tema, no solo
afecta a los demás por medio de la atmósfera mental sino que, además, se puede
auto-obsesionar. También es conveniente tener presente que cuando concentramos
la mente sobre alguien, los pensamientos irán dirigidos sobre esa persona, pero si
en ese momento está muy centrado sobre algún tema no podrán alcanzar
su mente; sin embargo, estarán a su alrededor hasta que puedan penetrarle.
En realidad, los pensamientos pueden tomar varias direcciones:
1ª.- Hacia una persona en la que se piensa o hacia la que se envían.
2ª.- Sobre uno mismo cuando el pensamiento es sobre algo relacionado con su
creador y, por tanto, repercute sobre sus cuerpos.
3ª.- Sobre el medio ambiente porque, unos directa y otros indirectamente,
quedan flotando en el lugar donde se crearon; pero tanto unos como otros
repercuten sobre los cuerpo de deseos y mental de su creador o los de los
demás.
Por consiguiente nosotros siempre estamos bañados por pensamientos
que pueden afectar a nuestra mente
como ocurre con los sentimientos y emociones respecto al cuerpo de deseos. En nuestros hogares nos
encontramos en nuestro propio ambiente, el devoto cristiano se encontrará muy bien en una iglesia donde
asistan personas como él; por la calle nos asaltarán mil clases de pensamientos, etc. etc. Pero también, las
personas ordinarias ven todo esto muy normal porque así lo han visto durante toda su vida, sin
embargo, el que comienza a esforzarse por desarrollarse espiritualmente gracias a este conocimiento,
no se deja influenciar tan fácilmente y medita lo que penetra en su mente y sus creaciones mentales
para así colaborar positivamente en el Mundo del Pensamiento y respecto a la humanidad ¿Y esto porqué?
pues porque sabe que si no lo hace puede ser dominado por el aspecto inferior del cuerpo de deseos y
porque sabe que su deber es hacer el bien y transmutar el mal. Una mente ociosa y sin control pone
a su dueño en peligro de caer en tentaciones, por eso es aconsejable tener la mente ocupada en temar
elevados y en todo lo bueno donde se sienta cómoda.
Hay personas que se deprimen y son inestables porque se dejan
dominar por toda clase de pensamientos y hechos
que le hacen gastar mucha energía al estar las 24 horas dando vueltas a un mismo tema. Estas personas
deben aprender a concentrarse, para ello pueden comenzar
por expulsar todos los pensamientos indeseables
para quedarse solo con los positivos y, además, practicar la concentración. Es muy importante no dejarse
llevar por los problemas ni por los temores y mucho menos atormentarse porque eso debilita la energía vital
y aumenta el problema ya que nuestros mismos pensamientos nos afectan. La persona que vive estos
conocimientos no se ofende por cosas que otros sí lo hacen, no se inquieta, no se deja dominar por
el temor ni por la ira ni por nada parecido, sino que cree en una justicia divina y sabe que
solo tiene que pensar y actuar bien para que todo cambie.
Si uno se deja llevar por lo negativo y altera y desequilibra su
cuerpo de deseos y su mente, no puede culpar
a nadie nada más que a él mismo por ello. Quien se enfada muy a menudo termina desarrollando la irá y
con un carácter irritable e inaguantable por el simple hecho de no razonar y no luchar contra las tentaciones
que le penetran o que él mismo crea. Por tal razón es bueno intentar ver el lado bueno de las personas
y el aspecto positivo que siempre tiene lo normalmente llamado malo. La crítica destructiva afecta de
tal manera que se hace un gran mal a la persona mencionada a la vez que nos creamos una deuda con
ella mientras que si hacemos una crítica constructiva viendo sus cualidades la ayudaremos; esa es una
de las diferencias de controlar o no nuestra mente. Es cierto que cuando uno tiene una mala
costumbre arraigada desde hace muchos años no es fácil vencerla, pero también lo es
que con cada pensamiento creado para combatir ese mal disminuye
su fuerza y tenemos más fácil la victoria.
Cuando un niño nace no tiene un cuerpo mental y uno de deseos ya formados e independientes, la materia
de lo que serán esos cuerpos forma una especie de ovoide donde
cada materia irá cambiando y manifestando
sus formas y colores según el niño o adolescente emita sus deseos,
sentimientos, emociones y pensamientos.
Los gérmenes o tendencias del pasado (buenas o malas) se desarrollarán o no
dependiendo de los estímulos
que reciba según el medio ambiente donde crezca y según la educación que reciba. Como un niño no
actúa de forma individual e independiente hasta aproximadamente los 16 años, aunque más exactamente
deber ser a los 21 cuando se termina de forma su cuerpo mental, es deber de los padres estimular el cuerpo
de deseos y la mente con actividades que se relacionen con la inteligencia y los buenos sentimientos ya que,
de otra forma, tienden a atrofiarse. Cuando a un niño se le crean inclinaciones y gustos positivos, podemos
asegurar que crecerá en ese sentido mucho más que en su anterior vida, pero si se deja que le influyan
personas de gustos groseros y deseos malévolos, no solo no crecerá moral y espiritualmente sino que
degradará lo que había adelantado en su última vida. No olvidemos que antes de nacer el niño, es decir,
a partir de que el Ego penetra en el vientre de la madre para hacerse cargo del desarrollo de los
cuerpos, ese niño en formación, ya es sensible a las influencias externas.
No son muchos los padres que se toman verdaderamente
en serio eso de despertar los mejores sentimientos
o inculcar los más elevados y bellos ideales en los niños desde que nacen. Sin embargo, así debería ser
puesto que sabemos que nacemos con un cuerpo mental cuyos defectos y tendencias son similares
a los de la última vida. Aunque el poder espiritual haya aumentando al pasar por el Purgatorio, si aún
teníamos muchos defectos y malas tendencias que superar en la última vida, deberemos hacer frente
a ellas e incluso a las ya superadas para demostrar que hemos aprendido la lección y hemos tomado
nota en la conciencia. Todos, cuando somos niños, caemos y desarrollamos o
aumentamos ciertos defectos,
por el contrario, crecemos desarrollando y aumentado ciertas virtudes que ya traemos, pero eso dependerá
mucho de lo que primero se nos presente. Si el medio ambiente familiar y social es maléfico, seguramente
que despierten las tendencias maléficas y las benéficas puedan hacer bien poco para evitarlo. Entonces,
como el Ego aun no es dueño de sus propios cuerpos y aunque intente luchar, no podrá estimular las
buenas tendencias hasta que el niño ya tenga alrededor de los 21 años, pero entonces le costará
mucho más vencer que si de niño se hubieran estimulado las tendencias positivas. Qué decir tiene
que si los padres cumplen con su deber de buenos educadores algunas malas tendencias se
atrofiarán, otras se superarán fácilmente y, a la vez, el Ego se fortalecerá en
el bien para cuando tenga que hace frente al mal en el futuro.
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