(Fragmento) |
II.
FILOLOGÍA y SEMÁNTICA DEL OMBLIGO EN EL MUNDO INDOEUROPEO RECONSTRUCCIÓN DE LAS RAÍCES La primera parte de la pesquisa se limita al grupo lingüístico indoeuropeo, al cual pertenecemos, y que se extiende desde Bengala hasta Islandia. La segunda abarca las lenguas americanas, principalmente el náhuatl y el quechua, donde el ombligo se perpetúa en el nombre de dos capitales de imperios prehispánicos: México y Cuzco. Me refiero a pesquisa porque los lingüistas que me han precedido exponen hechos, realidades idiomáticas, sin explicar los procesos semánticos esenciales que han conducido a valores significativos opuestos, contradictorios, de la idéntica voz. El punto de partida es la reconstrucción de las raíces indoeuropeas, es decir, de la lengua madre hablada hace seis o siete mil años,1 reconstrucción que se logró gracias a las voces derivadas en sánscrito, iranio, hetita, tocario, griego, céltico, latín, armenio, germánico, eslavo. Es como si desconociéramos el latín y lo reconstruyéramos por medio de los idiomas que de él proceden. Pokorny sugiere que de una forma enebh-del protoindoeuropeo se derivan las raíces embh-, ombh-, nobh- (que parece, una metátesis del precedente).2 Estas voces a menudo se combinan con la l 3 y así las usamos al cabo de varios milenios. De ombh- proceden el omphalós griego, nuestro ombligo, y de nobh- el nábhisánscrito y el navel inglés. A la pregunta de cuál es el valor semántico original de estas raíces, los filólogos G. Curtius y J. Schmidt contestan que equivalía a "hender, arrancar"; el significado primitivo sería "ruptura, desgarro".4 La alusión a la ruptura o corte del cordón umbilical es clara; pero faltan elementos en apoyo a esta tesis. En otra lengua indoeuropea, el tocario B, que se habló a principios del primer milenio d. c. en el Asia Central, ombligo es voz completamente distinta: kele.5 Su raíz podría ser kel-, secar, u otra homófona,kel-, cortar.6 LOS HOMBRES DEL OMBLIGO Al grupo de palabras en que la prístina voz se combina con -l pertenece el sánscrito nábhila, "depresión umbilical", lo que es evidente; pero también equivale a "región pudenda", inquietante equiparación a la cual me refiero adelante, en el capítulo XI. Examinemos otro valor traslaticio denábhi. Equivale a "parentesco"; y en avéstico, la lengua de Zoroastro, naba-nazdishta, "el más cercano al ombligo", es la persona de parentesco más próximo.10En iranio moderno ombnafya conserva el significado de la antigua tradición persa: "el que pertenece a la familia", el prójimo por antonomasia.11 El compadrazgo umbilical se conoce también en Mesoamérica, como lo comprobé, durante trabajos de campo, en dos pueblos nahuas serranos en el estado de Puebla, México: Cuaxtla y Xolotla. Tiene clara relación arquetípica con el de la India de los Veda y de la Persia del Avesta. OMPHALÓS, EL OMBLIGO HELENO Para Aristóteles, omphalós es el polen de la rosa: metáfora sutilísima que espera todavía sus exegetas. Desde luego, como elnábhi sánscrito, omphalós es centro: mes-omphalós, literalmente "en medio del ombligo", equivale a "en el centro", aplicado especialmente a Delfos y a su oráculo, considerados centro del mundo.14 Significa igualmente "con un ombligo (un resalto) en el medio".15 Ep-omphal-ios es "que se encuentra sobre el ombligo", o sea sobre el escudo con la jiba.16 Omphaliotér es el cuchillo para cortar el ombligo.17 El diminutivo omphalion me recuerda el nombril francés (cf p. 47).Omphalis es cordón umbilical. UMBILICUS, EL OMBLIGO LATINO EL OMBLIGO DEL LIBRO Venus nació de una concha, y los romanos llamaban umbilicus23 a cierta concha pequeña, plana y blanca (todavía usada en España en sortijas y pendientes) y la empleaban como remedio mágico contra el dolor de cabeza. El libro romano era una larga tira de papiro o de pergamino enrollada en un cilindro. Ahora bien: la extremidad del cilindro, por ser un centro o sea un ombligo, era llamada igualmenteumbilicus. El ombligo, por una ambivalencia cuya causa oculta iremos descubriendo, era cóncavo y convexo, y los botones labrados en madera preciosa que adornaban los libros por afuera eranumbilici. Ad umbilicum opus adducere,"llevar la obra al ombligo", equivalía a acabarla perfectamente.24 Si recordamos la representación delomphalós como piedras redondeadas, no debe extrañarnos que también eranumbilici ciertas piedritas menudas y pulidas que se crían junto a los ríos. Evocaremos en el capítulo X los omphaloide los vasos libatorios y de los escudos,umbones para los latinos. La parte que más sobresalía en medio de una piedra preciosa era el umbo; y umbilicus, el anillo en que se engastaba esa piedra.25 EL BELLICO ITALIANO En tanto que sbellicarsi se usa corrientemente hoy en día, el arcaicobellico y las voces que con él se forman sólo son simpáticos arcaísmos o formas dialectales toscanas. Todavía en el siglo pasado bellico indicaba el centro de una cosa o de una población: esto es, era sinónimo de centro. Bellicone era una especie de vaso muy grande: significaba la relación entre el ombligo visto como cáliz para vino en el Cantar de los Cantares (cf.cap. XI) y el antiguo ombligón de los italianos. Belliconcio era el funículo umbilical.26 La primera i del umbilicus en latín ya se había vuelto e en el lenguaje vulgar del siglo VII, como lo demuestra el umbelicum Niniven de Ético de Istria (cf. p. 58). Hoy se dice ombelico. ¿Y bellico? la primera sílaba fue "oída" como el artículo indeterminadoun, y cayó. Quedó belico; con la consonante central redoblada, según la tendencia tos cana, resultó bellico. El inglés belly, vientre, nada tiene que ver con bellico. Es voz de extracción netamente sajona. EL NOMBRIL FRANCÉS Nombril está documentado desde el siglo XII: se encuentra en un poema de Marie de France, que pertenece, como las novelas de la Mesa Redonda y la leyenda de Tristán e Isolda, al ciclo bretón. ¿ HOYUELO O FUNÍCULO? El uso de "ombligo" para denominar el cordón umbilical es igualmente antiquísimo: Homero llama omphalós también al funículo, y esta costumbre idiomática rige hasta nuestros días, en todas partes. Ambos, la cicatriz y el cordón, son sagrados. Los actos mágicos y religiosos de los cuales es objeto el funículo sobreviven en la actualidad y les he consignado en mi libro El cordón umbilical-Mito y magia (de inminente publicación), resultado, en parte, de trabajos de campo llevados a cabo en México, Ecuador y la isla de Pascua. CENTRO DE LA ROSA DE LOS VIENTOS
EN EL MUNDO AMERICANO
XICCO, TLALXICCO, MEXICCO
EL XICLE TOTONACO
Encuentro una de las metáforas más significativas de xictli, en el mundo totonaco. El horno del temascal, el baño de vapor mesoamericano, es llamado con evidente nahuatlismo, xicle, y en él reside el dios del fuego, Taqsjoyut, deidad primordial, tan antigua que es común a mesoamericanos y sudamericanos de la costa colombiana y ecuatoriana. Las representaciones del dios viejo, arrugado y con un brasero en la espalda, son prácticamente idénticas.32 Taqsjoyut es el nombre totonaco de Huehuetéotl, "dios viejo" o Xiuhtecuhtli, "señor del fuego y del año", advocación de Ometéotl, dios dual, deidad suprema.33El temascal era representación de la tierra. Las parturientas que daban a luz en él penetraban mágicamente en el seno de la tierra madre. El agua, reducida a vapor por el fuego, purificaba a la mujer y a su hijo. Las interpretaciones semánticas del ombligo mesoamericano se entremezclan inextricablemente con la cosmología y la cosmogonía. MAGIA DE LOS MERCADERES AZTECAS Seler traduce así la oración del mercader al fuego:
Luego de sangrarse y salpicar unos papeles con su sangre,
Quemaban el papel y copal blanco y, por la forma en que salían las llamas y el humo, sacaban los pronósticos relativos a su nueva aventura. Con toda evidencia, las dos primeras sílabas del epíteto sagrado vienen detlalxictli, "el ombligo de la tierra". Francisco del Paso y Troncoso hace derivar tentica de tentli, "borde"; el fuego se hallaría "en la orilla del ombligo de la tierra",37 en tanto que el doctor Ángel María Garibay, más acertadamente, traduce tlalxictentía así: "que llena el ombligo de la tierra".38 El fuego procede del mundo subterráneo y sale por un cráter, ombligo de la tierra como el Xitle. Los mercaderes o pochtecas toman su nombre de los barrios en que moraban, llamados poctlan, "lugares de humo". Muchos de éstos conservan su nombre en la actualidad: el más importante de todos es Putla, en Oaxaca.39 Donde hay humo, hay fuego. Los poctlan eran lugares consagrados al fuego, y el rito de propiciación de los pochtecas (que precedía sus viajes, en que conjugaban el comercio con el espionaje) también estaba consagrado al fuego. Gracias a Sahagún sabemos que el "ombligo de la tierra" azteca, el tlalxicco,era el séptimo edificio del templo mayor de México, consagrado al dios del mundo subterráneo.40 Ya resulta clara la relación entre el ombligo, el cráter, el fuego, el inframundo y la gente consagrada al humo, o sean los mercaderes. XICTLI, O SEA BRÚJULA
EL OMBLIGO COMO RESPIRADERO
El ombligo es el centro, una medida mágica; pero también nos topamos con el ombligo como medida real, el tlacaxilantli,para medir terrenos;42 y como "respiradero de troje", el cuezcomaxictli.43La relación, en apariencia inexistente, entre el ombligo y la respiración, el aliento y el viento, está dilucidada en las páginas 157, 160 y 161.EL OMBLIGO EN JITOMATE Y JÍCARA ¿Y el xicolli? Hablando de las prendas masculinas de los michoacanos, Sahagún escribe:
Recordando la camisa de ombligo de los chortís y la de los tarahumares, sicúra45napáchaca (pp. 192 y 193) y la correspondencia originaria de sicúra con xictli,46 aventuro para xicolli una etimología umbilical; tal vez podríamos hallar para ella pruebas en la arqueología, en los códices y entre los nahuahablantes actuales.
OMBLIGO EN DIECISIETE IDIOMAS MESOAMERICANOS
En Tetelcingo, pueblo náhuatl cerca de Cuautla, fiel a su tradición prehispánica, pregunté cómo se dice "su ombligo". Ixic,me contestaron; y añadieron que en forma más cortés, esto es, reverencial, esmoxictzi, "su ombligo de usted".En una lengua emparentada con el náhuatl, como el cahita (mayo y yaqui), que se habla fuera de la zona de las altas culturas mesoamericanas, ombligo essiicu, cognado de xictli como el sicúratarahumar. Gracias a mis notas de campo y a la ayuda del benemérito Instituto Lingüístico de Verano puedo apuntar los nombres del ombligo en otros idiomas indígenas mesoamericanos. En tarasco es tupu; en seri, hatóozy ihíip; en maya, tuch; en chiapaneco, changutí;47 en mije, pootse;en huave, tong.En zapoteco es shquipi';hay un son así llamado en el istmo de Tehuantepec y lo he escuchado en San Blas. Fray Juan de Córdoba lo llamaxiquípe, xiquípilánini;48 no creo que la semejanza con el xictli náhuatl sea accidental, máxime recordando el xicle totonaco.49 En totonaco de Papantla es tampusni y en tepehua tamputzu;50 en popoloca de Puebla, chigíjnu'; en tzeltal de Bachajón,smushuk; el ombligo de la tierra essmushuk' balumlil ("su-ombligo-de-la-tierra", que corresponde al tlalxicconáhuatl) ; smushuk'lum es el centro de un pueblo. En tzotzil de Zinacantán, esmishik'il.51 Según las Luces del otomí, obra de un jesuita anónimo que Eustaquio Buelna publicó en 1893, ombligo es tzay.52 Cerca de Ixmiquilpan se yergue un monte llamado Tzay, dato importante por su analogía con Xicco, el cerro onfálico sagrado en el Valle de México.53 Tzay es cognado del tzemi matlatzinca o pirinda, lengua del grupo otomiano.54 Tzemí inthumí es el respiradero de la troje, significativa correspondencia semántica con el cuezcomaxictli náhuatl.55 En mixteco ombligo es coho; Ñuucohoyoo es México en el mismo idioma, traducción literal de Metz (tli) xic (tli)co, "lugar del ombligo de la luna".56 En otra lengua americana, el cuna del istmo de Panamá, ombligo es simu; en el quechua de Ayacucho, es pupu;57 en el de Ecuador, pupo.58 La semejanza con el rusopupoc se debe a coincidencia: lo demuestran el Pepec polaco, y el pupikceco, otras voces expresivas. Creo que el mismo caso se presenta en el bámbalituano, tan parecido al bamburín del dialecto lombardo.59 En el curso de este trabajo trabaremos conocimiento también con el tabbur yshorérj hebreo, el surra árabe, el nábhisánscrito, el céltico primitivo *imbilion, el letón naba, el japonés je-so e incluso con el polinesio pito, de la Isla de Pascua, piko en Hawaii. |
NOTAS | |
1 | Bosch-Gimpera, 161, 242. [Bibliografía en pág. aparte, en construcción] |
2 | Pokorny, 314. |
3 | id. |
4 | Roscher (1915), 5. |
5 | Frisk II, 501. |
6 | Pokorny, 551. |
7 | ibid., 315. Los mencionan Tito Livio y Plutarco. |
8 | Frisk II, 391. |
9 | Pokorny, 314. [la ref. de la nota falta en el texto original]. |
10 | id. |
11 | id.; Boisacq, 702. |
12 | Frisk II, 391 (cf. figs. 157 y 159). |
13 | Boisacq, 702. |
14 | Frisk II, 301. |
15 | id. |
16 | id. |
17 | id. |
18 | No solamente el sufijo formado con -i, sino el segundo sufijo complejo *-iko-, de forma temática (Ernout & Meillet, I 317.) |
19 | Frisk 1, 391. |
20 | Ernout & Meillet, I 317. |
21 | Salas, I 110. |
22 | Nimphaea alba,escudete. Salas, I 110; Ernout & Meillet, I 317. |
23 | |
24 | Salas, 1 110. |
25 | id. |
26 | Petrocchi. 115. |
27 | Cf. el omphalion griego. p. 78. |
28 | Grandsaignes d'Hauterive, 132; Dauzat, 502. Cf. nota p. 188: Thévet, en su Histoyre du Méchique (ca. 1550) escribe l'ombrill. |
29 | Además de Plinio usan umbilicus en el mismo sentido Higino y Sículo Flaco (Rykwert 8, 11, 48). |
30 | Pronúnciase shictli. |
31 | Tibón (1975), 237-353. |
32 | ibid., figs. 97 y 102. |
33 | Ichon (1973). |
34 | Sahagún III, 23. |
35 | Seler, Borgia I, 92; Sahagún, libro nono. Este pasaje no está en la edición anotada por Garibay. |
36 | Sahagún III, 23. |
37 | Paso y Troncoso, 241. |
38 | Tentimani es "cosa que está llena" (Molina). |
39 | Tibón (1961), 173. |
40 | Sahagún I, 233. |
41 | Dávila Garibi (1939), 156; cf. p. 48. |
42 | Cf. fig. 131. |
43 | Molina II, 26a. |
44 | Sahagún III, 207; véase Anawalt, 223-235. |
45 | Ferrero, 168; variantes suquí, suquira, sicuchí…… |
46 | Por el común origen utoazteca. |
47 | Informe de Lisandro Coutiño, Chiapa de Corzo. |
48 | Córdoba, 290; cf. cap. XI, nota 15. |
49 | Puede tratarse de préstamo del náhuatl al zapoteco, como en el caso de pecoxolo("perro pelado de los antiguos", Córdoba. 311 v), en que xolo (pron. sholo) corresponde al xoloitzcuintli náhuatl. Cf.Tibón, 1948. |
50 | Informe del etnólogo Roberto Williams García. |
51 | Laughlin, 473. |
52 | Luces del otomí, 269. Cf. p. 186. |
53 | Cf. p 319. Tzay en otomí significa también aguacate, lo que se explicaría por la forma de perilla de los ombligos salientes y, debido a eso, sagrados. Cf. cap. X. |
54 | Basalenque, 313. |
55 | id. |
56 | Tibón (1975), 161. |
57 | Misioneros franciscanos, 317. |
58 | Dato recogido por mí en el mercado de Otavalo, Ecuador. |
59 | Observa A. Meillet: "Las formas aberrantes del eslavo popu y del lituano bámba recalcan el carácter popular que tiende a presentar el nombre del ombligo." (Ernout & Meillet (1951), 137. |
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